Esta noche pienso en mi Guatemala… No en lo que deje, que ciertamente fue mas de la mitad de mi vida y mi corazón, sino en lo que me traje… Porque tengo los ojos llenos de paisaje, cuando, salí me traje de equipaje, esos juegos sencillos de mi niñez, esas locuras de mi adolescencia, pero sobre todo la calidez de mi gente… Aun escuchan mis oídos “El Ferrocarril de Los Altos” aun siento ese clima paradisiaco de sus eternas primaveras, aun me emociono hasta las lagrimas cuando evoco la navidad, la Semana Santa y todos esos momentos tan especiales que dejaron una profunda huella en mi alma. Porque llevo conmigo el orgullo sano de ser chapín, la inspiración que es como una canción que canta el viento cuando te extraño ¡Oh! Mi Guatemala Inmortal, como extraño comerme un tamal entre amigos, como extraño todo eso que el dinero no compra porque todo eso fue una bendición.
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