Voy recorriendo paisaje tras paisaje,
no hay rincón, no hay paraje,
que no me invite a admirarlo,
no hay horizonte que no me
robe el aliento con su celaje.
Las bugambilias parecen sonreír,
las rosas te dan la bienvenida,
a este lugar de Dios, donde se
celebra la vida.
Antigua una ciudad sin igual
cuya belleza es ese contraste
entre lo que pinta Dios con su mano
y las huellas que ha dejado el ser humano.
Antigua una ciudad colonial sin igual,
donde el tiempo se quedo embelesado,
pues encontró a su musa y se sintió
perdidamente enamorado.
Antigua la ciudad de mis amores,
de mis versos, de mi poesía,
ese lugar en el mundo donde
la historia es un vagabundo.
Oxwell L'bu copyright 2018
