sábado, 7 de mayo de 2011

"La Disco Rodante”

La Disco Rodante”
(Cortejo en las Calles II)
Con media década a cuestas, los ochentas corrían como una prisa desmedida para darle alcanza al 2000, que por aquellos años parecía inalcanzable… Sextienado en el centro capitalino, se veía a los muchachos, siguiendo el vaivén de las faldas escolares, que las colegialas lucían con las media ...s hasta bajo, para lucir la pantorrilla. Los muchachos pelaban los ojos como carambolas y no se hacían bolas si una de esas doncellas los mandaba a volar.

Durante el ciclo escolar de enero a octubre se veían los grupos de jóvenes esperando el autobús en las esquinas, principalmente en las horas pico después de cada jornada de clases, para la matutina después de la una de la tarde y para la vespertina pasado de las 6 casi cayendo la noche. Algunos abordaban el primer bus que pasara y los transportaba a su destino; otros en cambio dejaban pasar bus tras bus sin abordarlo, como que si esperaran a alguien que no terminara de llegar. Hasta que por fin el bus que esperaban se asomaba, entonces un grupo de jóvenes corrían en estampida para abordarlo, hasta que ya no cabía ni una pluma y los que no conseguían subir, esperaban hasta que diera la nueva vuelta, lo cual lo hacía en poco más de una hora. A primera vista, era un bus como otro cualquiera, de la empresa EGA, pero tenía sus particularidades; el mentado bus siempre estaba bien pulido por dentro y por fuera, pero eso no era su atracción, lo era el musicon que se podía escuchar en el trayecto, a través de su potente, sistema de sonido y por supuesto la posibilidad de conocer a otros chicos y chicas. Por ese tiempo dominaban las estaciones de radio, el Grupo Whan, Boy George y su Cultere Club y por supuesto El grupo Queen entre otros, en español El grupo Rana y su Socaribe, sin faltar los eternos baladistas Camilo Sesto, Raphael, José Luis Perales, se empezaba también a escuchar, uno de los primeros temas de Ricardo Arjona Déjame Decir que Te Amo.

Chicos y Chicas de todos los institutos y colegios se veían abordar dicho bus, que cada vez veía crecer su popularidad, que no paso mucho tiempo para que otros dueños de autobuses copiaran aquel estilo de transporte que los jóvenes adoraban. En el interior del bus se veía tapizado con tarjetas, dibujos y calcomanías, así como corazones con los nombres de las nuevas parejitas, que día a día se sumaban o que aquel bus había propiciado el encuentro, que termino en noviazgo en alguna kermese o algún repaso que se organizaba entre la muchachada que abordaba el mentado bus cuyo ruta era de la Colonia al Centro capitalino vía anillo periférico y viceversa. Dicha modalidad duro, hasta que la municipalidad capitalina, restringió la música en los buses de trasporté publico dada las quejas de usuarios que aquello les resultaba molesto o como decía la muchacha ¡Gente que no agarra la onda! Como dice aquella canción: “Mirando en el cajón de los recuerdos, cualquier tiempo pasado nos parece mejor…” Pero cada generación encuentra sus propias formas de expresión; expresiones que los llenan de emoción cuando pasan los años y las recuerdan.
Oxwell L’bu

Imagen Internet

"Cortejo en las Calles"

Cortejo en las Calles”
(Cámbiame un 21)
El aroma de las flores se podía respirar por aquellas calles, donde los muchachos en las esquinas se reunían, para ver a las muchachas pasar o simple y sencillamente para conversar, de vez en vez más de uno, se iba sin despedirse del grupo, tras la chica que le q ...uitaba el sueño y que poco a poco se iba convirtiendo en su tormento, pues no encontraba la forma de llamar su atención…Las palabras bonitas acaso le arrancaba una sonrisa o la burla del grupo, luego de regresar como perro con la cola entre las patas…

En aquel inmenso jardín en pleno abril, habían tantas flores cada una con su encanto, pero siempre había una que se volvía obsesión, pues sin darte cuente te roba el corazón. Nunca faltaba quien se enamorara de una de las chicas con las que recién había cursara el sexto grado de primaria y como siempre sucede, ellas con esa prisa por crecer dejan a los varones atrás, al punto que en poco tiempo se sienten como enanos frete a ellas…

Mas para esas cosas del amor, la creatividad de los muchachos no tiene límites, como bien es sabido a los números siempre se les han atribuido diferentes significados y propiedades, claro aparte del valor que representan, así tenemos que para algunas culturas el número 13 es de malos augurios o mala suerte, por los que los muchachos para referirse al mismo sin mencionarlo, le llaman el “Gracias” el 7 que es un número cabalístico y tiene connotaciones de buena suerte o el 3 que denota tiempo suficiente( por eso nos dicen: voy a contar hasta tres…) por lo que a alguno se le ocurrió, darle al “21” la connotación de la solicitud de un beso(como quien dice “Hoy estoy de suerte y ya te he dado tiempo suficiente “para pensarlo…).

En los autobuses públicos por esos tiempo, al pagar el pasaje, se le daba un ticket al pasajero, ticket que de vez en vez cuando subía el inspector de la línea de buses, lo pedía, para cerciorarse, de que todos habían pagado su pasaje y lo cortaba a la mitad. Dichos tickets venían numerados en orden correlativo y la forma de formar el mentado 21 era, sumando uno a uno los dejitos y si estos sumaban 21, pues el ticket podía ser canjeado por un beso por la niña de tus sueños. Así era que los muchachos, al subir al bus lo primero que hacían era sumar los dígitos y si era el 21, aun que el inspector los bajara, no soltaban el mentado ticket.

Miguel Alejandro era uno más de los muchachos de la cuadra, amigo de todos, pero un amante de la soledad, le gustaba al caer la tarde subirse al tejado de la casa, para ver las estrellas y escuchar música romántica en su radio a transistores y su gato. Soñaba despierto con el día, en que encontrara a esa niña que le robaría el corazón, no sabía quién era, pero tenía la certeza de que en cualquier rincón del planeta ella también lo esperaba, con las mismas ansias que él la anhelaba. Como todos los chicos de su edad, le gustaba ir a los repasos (bailes) y ver bailar a las chicas. Se moría de las ganas por sacar a bailar a una y sentir cerca su respiración, pero no sabía bailar, no tenía esa gracia, por más que lo había intentado hasta con las escobas, siempre se tropezaba, así que prefería ver. Le gustaba la música en español e ingles y aun que esta no la entendía, se inventaba la letra, una que expresaba los sentimientos de su corazón… Porque eso sí, Miguel Alejandro para escribir, se las pintaba solo y más de una vez de su inspiración brotaron las cartas de amor, con las que sus amigos enamoraron a sus novias, pues a solicitud de ellos, el era algo así el poeta anónimo del cortejo de los amigos. Eran cartas llenas de imaginación y poesía, cartas escritas pensando en la niña que aun no conocía… Y como todos también guardaba los mentados 21 cuando tenía la fortuna de que uno de ellos caía en sus manos, los atesoraba en una billetera vieja, donde portaba más papeles que dinero.

Veía como cada uno de sus amigos se iba empatando con alguna chica, ellos le decían, que se animara que habían tantas florecitas bellas para escoger en aquel jardín, pero el cómo podía se hacia los quites y salía del asecho. Aun que más de una vez sentía esa melancolía de la soledad , a veces sentía esas ganas de adelantar las manecillas del reloj para propiciar aquel encuentro, que no veía venir y se preguntaba si aquello no era más que el fruto de sus idealizaciones… Mas seguía esperando y puntual a su cita con las estrellas y la luna.

Los vientos de fin de año y ese frio que pide a gritos unos brazos para abrigarlo, le traían una ansias que apenas lograba disipar, al escuchar las canciones que hablan de amor o ver una pareja de enamorados pasar, le hacía sentir, que en su vida le faltaba esa clase de cariño. Era aun un niño, que espera con toda la ilusión del mundo a que todo eso llegara. Por las calles se veía a los muchachos cortejando a las muchachas, principalmente cuando estaban en grupo, como que eso les inyectaba una dosis de valentía que cuando estaban solos no tenia, pues al parecer en las cosas del amor las chicas tenían más coraje y determinación.

Una tarde de esas, cuando las prisas por no perderse el programa de televisión favorito, hace que los muchachos salgan corriendo a hacer el mandado a la tienda, mientras pasan los comerciales… Miguel Alejandro fue por azúcar, pero en la tienda de la esquina no había, ni en la de la vuelta de la manzana, en fin corrió de tienda en tienda sin poder encontrar, en esas prisas andaba, cuando se choco con alguien, a quien le boto la docena de huevos que llevaba, disculpándose y apenado, se agacho a recoger según él, lo que no era más que una torta cruda de llenas, clara y cascaras… Como pudo se repuso de su vergüenza y pena, al levantar los ojos, una mirada le segó por un instante, la cual le cautivo el corazón, no supo que mas decir, que mas hacer, solo sintió a todos su ser estremecer cuando con una voz de ángel, la chica le dijo: No te preocupes, comprare otra docena más, el tomo el dinero que llevaba y pago por ellos, luego sin decir, ni preguntar nada la acompañó hasta la casa de la muchacha. Al llegar a la puerta se despidió, dándole la mano todavía con restos de aquella torta que había quedado en el suelo. No le pregunto su nombre, no le dijo nada, pero aquella mira había sido fulminante…

Regreso a casa sin azúcar y sin dinero, la mama ya un tanto enfadada, le pregunto del porque de la tardanza, apenas pudo inventarse una explicación creíble, pues le dijo que había ido de tienda en tienda y que en esa había perdido el dinero, la mama lo noto extraño, así que no insistió mas. A él, se le olvido el programa, no quiso comer, se fue directo al tejado, con su gato y su radio portátil de transistores a preguntarle a las estrellas, a pedirle consejo a la luna.

Los días subsiguientes, se inventaba cualquier pretexto para pasar por la calle de aquella chica, a diferentes horas, tratando de crear un encuentro casual, para poder volver a verla, era como un gato esperando a que el ratón salga de su guarida. Así le pasaban los días, pero ni sombras. Cansado de esperar y de preguntar, por unos días dejo de insistir. Quizás había sido una visita causal a algún pariente o la amiga de alguna muchacha, le resultaba extraño, pues La Colonia, era como un pueblito a poca distancia de la ciudad, donde todos se conocían. Pese a su decepción por no poderla encontrar, no podía olvidar su mirada, esos ojos con la luz de las estrellas… Fue un sábado de los primeros días de diciembre, cuando sus amigos pasaron por él como siempre, para ir a aplanar las calles y si encontraban un repaso ir a bailar. Aquel grupito de muchachos iban por la quinta avenida, sin rumbo, cuando otro grupito les dijo: Mucha hay repaso por la Isla, vamos… Y sin más palabras los dos grupos se apresuraron al lugar, pasarían por su calle, la calle que de la chica de los ojos lindos, al aproximarse sin poderlo evitar sintió un acelerón del corazón y como que una mano le apretara el pecho. Pero no la vio y siguieron de largo, ante la gana de pasar frete a la casa. Llegaron donde era el repaso, pero estaba lleno a reventar y no se podía entrar, por lo que se quedaron afuera escuchando la música y viendo como estaba el panorama, luego de un rato, poco a poco fueron entrando ante la insistencia de algunos de los del grupo, pues por la ventana había vista a una chicas que les habían gustaba o como decían los muchachos .Como pudieron se abrieron camino, las muchachas y los muchachos como podían bailaban tratando de hacer alarde de los nuevos pasos que habían aprendido, entre machucón y machucón se instalaron en un rincón de la sala, entre broma y broma, echando ojo a las muchachas, comentaban entre sí, cuando de repente en medio de las luces de colores de los focos envueltos en papel celofán, Miguel Alejandro se volvió a encontrar con aquella mirada cautivante, pero estaba acompañada bailando con un muchacho que la miraba con tanta atención, en cuestión de segundos entablo un dialogo de preguntas y respuestas consigo mismo, que fue interrumpido por el codazo de una de sus amigos, que le dijo: ¡Vos, Miguel Alejandro!, vos mira como te mira la patoja aquella vos, ¡Esta chilera mano!, cáele, no le hace que este acompañada. Sera vos le replico. Si hombre, nosotros le decimos al cuate que alguien lo llama y vos la invitas a bailar. Pero si no se bailar, les contesto. No le hace, en fin entre el montón quien se va a dar cuenta, vos ¡No te agüeves mano! ¡Llégale a la guisita, que esta chilera! Pero antes que ellos actuaran, ella se lo despacho, quien sabe con qué pretexto y se fue a parar justo frente a él y le guiño el ojo y le sonrió, al verlo, él se puso nerviosos y sin saber qué hacer, mas de empujón en empujón y palabras de ánimo, llego frente a ella y la invito a bailar, ella accedió y el cómo pudo dio sus primeros tanes(intentos) en el baile, el cual era evidente no era unas de sus talentos, mas al ver que a ella eso no le importaba, siguió bailando, poco a poco fue tomando confianza, fue como si se crease una atmosfera donde solo estaban ella y el. Él le dijo su nombre, ella también, intercambiándose miradas y sonrisas, conforme caía la noche el ritmo de la música fue sediento a la música más suave, lo cual lo ponía en un verdadero aprieto, pues una cosa era bailar como gorila suelto y otra era tomarla de la cintura y sentirla cerca llevando el ritmo, un ritmo que él no sabía llevar, ella se dio cuenta y le dijo: No te preocupes yo te enseño. El trataba de seguirla, pero era como un trozo bailando, sus amigos entre risas y siendo cómplices lo animaban, haciéndole señas de que se acercara mas. Al notar que la presencia del grupo estorbaba, uno de ellos le dijo a los demás ¡Mucha estamos haciendo tierra! ¡Vámonos! , así lo hicieron y se fueron uno a uno, para esperarlo en la cuadra y preguntarle cómo le había ido, mas antes de despedirse, uno de ellos le paso dando con disimulo un ticket con el famoso numero 21, el lo agarro rápidamente y se lo metió a la bolsa, ella se dio cuenta y con esa sonrisa picara de complacencia que hacen las chicas, hizo como que no vio. Ellos se fueron y él se quedo junto a ella un rato más, hasta que la hermana de ella, le dijo que era horade irse, la hermana le dijo que podía acompañarlas, ella se adelanto con el amigo que ella iba y ellos sé fueron detrás conversando… Al llegar a la casa de las chicas se despidieron, sin querer despedirse, pues ambos sabían que allí se empezaba a escribir una historia, su historia…
Oxwell L’bu

Imagen: Liseth Fernandez

jueves, 5 de mayo de 2011

***Efraín Recinos****

***Efraín Recinos****
De la roca y de la arcilla,
del tambor y de la chirimía,
entre lienzos y acuarelas,
surge de la profundidad
...de las entrañas quezaltecas,
el ingenio de un genio.

Rompiendo paradigmas
y desasiendo los esquemas,
en una noche llena de enigmas
el universo conspira en la
imaginación de un hombre
cuya vocación fue soñar.

Soñar que lo que imaginamos
lo podemos plasmar por medio
de la pluma, el pincel, el cincel
y transformarlo en realidades
que parecen virtuales pero que
podemos tocar.

Ingeniero de profesión, inventor
y creador por vocación…
Padre de la Arquitectura en una
Guatemala que hoy se engalana
con edificios estilizados que
parecen monumentos.

Pintor de realidades que palpitan
en otras dimensiones…
Muros donde danzan el ingenio
con nuestras tradiciones.

En una “Noche Maya” donde nuestros
ancestros celebran al hijo que se
torno en el mentor que mantiene vivo
el arte e ingenio de sus ancestros.

Maestro que nunca dejas de ser aprendiz,
porque esa capacidad de imaginar es
la formula reciproca del que no pierde
la capacidad de asombrarse…

Entre ecuaciones, diseño y filosofía
nos mostraste el camino de regreso
a nuestra cultura…
Loable ha sido tu misión Maestro
Efraín Recinos el Da Vinci Chapín.
Oxwell L’bu

Imagen: Internet

martes, 3 de mayo de 2011

“La Quema de Judas”

“La Quema de Judas”
(Tradiciones de Guatemala)
Su nombre es sinónimo de traición así lo asume generación tras generación, que sin mala intención sigue perpetuándolo como un chivo expiatorio a los males de cada época, que a tiempo y destiempo busca como expiar sus propias culpas…

Con un par de semanas de antelación, los ...patojos le bajaban el pantalón al abuelo, la camisa al papa, las medias de la mama y alguno que otro trapito de la vecina que tras ponerlos a secar al sol, luego ya no los encontraba...Cual si fueran cómplices de una travesura, empezaban la aventura de esa caricatura de hombre, que armaban con trapos ajenos que rellenaban con la paja de un colchón viejo y con periódicos amarillentos por el tiempo. Una vez armado el Judas, los patojos empezaban la encomienda de ir de calle en calle, pidiendo pisto (dinero) en una alcancía que improvisaban con un bote, al que iban agitando, cual si fuera un chinchín, para hacer ruido y anunciar la presencia del nuevo vecino del barrio, ya que desde ese día lo sacaban a asolearse a diario, luego lo amaraban a algún poste, para dejarlo visible a todos los vecinos, con un rotulo, con una leyenda picaresca, que hacía alusión a algún viejo cabron del barrio.        


                                                                             


Para los patojos aquello era más que una tradición, era una verdadera celebración, que les permitía compartir y dejar relucir una amistad que poco a poco se enraizaba en cada uno de ellos. Llegada la Semana Santa y las respectivas vacaciones, los patojos tenían más tiempo para juntarse en la esquina de la cuadra e ir algunas veces a regañadientes a las actividades de la iglesia, pero eso si las procesiones les gustaban; esa sensación al ver al nazareno en su paso por las calles, en medio de nubes de incienso, pasando sobre las hermosas alfombres y ese aroma a corozo, que es el aroma de la Semana Santa en Guatemala, así como los sabores que la acompañan, como los molletes, los buñuelos, el curtido, el pescado a la vizcaína, en fin… El mentado testamento de Judas, era redactado durante esta semana, en una reunión que los patojos pactaban en los campos de futbol o donde no hubieran testigos, ya que allí se discutiríasa quienes el testamento haría alusión, que por lo regular eran los vecinos mas antipáticos o situaciones ocurridas en el barrio.
El sábado era el día en que los patojos desde tempranas horas sacaban al Judas a su ultimo paseo, luego se reunían en la esquina de la cuadra, tantos los patojos como los adultos, para leer el testamento de Judas en el cual se aludía a las personas antipáticas de las cuadra o se destacaba algún hecho con esa jocosidad del humor chapín. Llegando el medio día, luego del protocolo respectivo, se le prendía fuego al Judas, quemando cohetillos y compartiendo aguas gaseosas y golosinas fruto de la colecta. Pero los patojos no eran los únicos que tenían su sorpresa, ya que algunos de los papas sacaban su chicotes y allí se veían corriendo tras los patojos, ya que por costumbre se decía que aun que hicieran malcriadeces los patojos, no se les podía castigar durante los días santos, se debía esperar al sábado de la quema, que era llamado, el sábado de gloria.
Como todo en la vida, las costumbres y tradiciones sufren cambios con el paso del tiempo, cada generación la va enriqueciendo, agregando o quitando elementos, pero la escancia suele mantenerse y conservarse. Los juguetes con que juegan las nuevas generaciones, no son los mismos, que aquellos con los que se jugaba hacen 20 años, pero en esencia buscan lo mismo, el magnificar la imaginación y la diversión por medio del juego.
Oxwell L’bu

***Los Molletes***

***Los Molletes***
Molletes, deliciosos molletes
que vuelan como barriletes,
al nomas aterrizar del cazo
a la meza donde los patojos
...comen ansias…

Con ese miel de canela que
es la especialidad de la abuela,
panecitos con suculento manjar
que te pone a la receta a recitar.

Es la vecina la que se asoma,
al nomas sentir ese aroma,
que es capaz de poner a levitar
al más exigente paladar.

Hasta el chiris deja de chillar
cuando lo empieza a probar,
porque es un pan caído del cielo.

Con la delicia de la cocina chapina,
esa que siempre adivina los antojos
de los grandes y de los patojos.

Molletes, deliciosos molletes
que vuelan como los barriletes,
que nunca quedan para recalentar
porque si no te apuras con las
ganas te vas a quedar.

Molletes, molletes delicioso manjar,
que ponen a los muchachos a chiflar,
a la morena que pretenden invitar.

Molletes, deliciosos molletes,
que son como clarinetes,
que llaman a la mesa donde
en cuestión de minutos desaparecerán.
Oxwell L’bu

Imagen: Internet

***Adolfo V. HallRamirez***



***Adolfo V. Hall Ramirez***

Aun con la adolescencia a flor de piel
y con la impaciencia cuando llama un ideal,
caballeroso y fiel respondiste al llamado,
de una patria a la que amor y lealtad
con el corazón en la mano le habías jurado.

Cadete de su tierra enamorado para el que su
bandera es un estandarte que inspira y emociona,
bandera que ondea perdiéndose entre el cielo
blanco y azul donde alza su vuelo el Quetzal.

El crisol de una estrella marco tu camino,
el honor y el amor sellaron tu destino
y sin dudarlo emprendiste la lucha
en el campo donde se enfrentan
los ideales con los deseos…

Cuando la patria llamo fuiste el primero
que puso la mano sobre el arado y sin voltear,
te lanzaste a la conquista de ideales mayores
esos que solo los grandes pueden soñar.

Porque vale más una vida vivida con propósito
que una eternidad gastada en la comodidad,
que es fruto del temor y las dudas…
 
No fue Chalchuapa tu tumba si no el
altar donde aun brilla la llama del
eterno un ideal…
Porque naciste hijo de Guatemala,
mas quisiste morir Centroamericano.
 
Porque no es posible que pueblos hermanos
enfrenten sus retos en solitario…
Si son como los dedos de una mano que
alzan su vuelo cual si fueran una paloma
que prodiga tiempos de hermandad y paz.

No ha sido estéril tu sacrificio porque
en estas tierras aun arde esa llama,
por eso cuando invocamos tu nombre,
decimos: Sargento Primero de Caballeros
cadetes  Adolfo V. Hall Ramírez,
¡Presente! Con el mismo ideal en el
corazón y en la mente.

Oxwell L’bu
Imagen: Internet

                                                                       

***Izabal el Caribe en Guatemala***


***Izabal el Caribe en Guatemala***

Porque Dios quiso hacer de esta tierra
un hermoso paraíso donde el Caribe
tuviera un toque diferente…

Donde las sierra de las Minas alza
la mirada para contemplar tanta belleza
y se queda recostada tomando el sol
como una niña enamorada.

Que no deja de pensar en Quirigua donde
las estelas Mayas alcanzan las estrellas,
en medio de la espesura de una selva tropical,
donde cada día celebran un carnaval los colibrís,
las pericas y los tucanes…

Que alzan el vuelo para extasiarse la mirada
y llenarla de paisaje viendo la inmensidad
del lago de Izabal que se extiende como
queriendo besarse con el mar.

Mientras por el rio dulce se conducen
los invitados a esa fiesta donde las danzas,
los tambores y los cantos se congregan
para celebrar la vida.

El Castillo de San Felipe observa al horizonte
cual si fuera un centinela que no se da cuenta,
que la luna de él se ha enamorado.

Rio ,lago y mar se parecen desbordar de tanta
belleza donde la vegetación congrega a los
pájaros y a los grillos para cantar una canción.

Canción que es el canto de esta tierra con raíces
en su mestizaje que es parte de su linaje…
linaje que se teje con hilos Mayas, araguacos
y africanos que fueron bordados como hermanos.
Oxwell L’bu
Imagen: Internet

***Dulces Típicos***



***Dulces Típicos***

(Delicias de Guatemala)

Por las calles donde cada calle
guarda una historia, una leyenda,
van los patojos tropezando con
las piedras…

Con una cara de alegría por el
regalo de la tía,
que siempre que llega a visitarlos,
les regala unos quetzales para que
se los gasten en sus chucherías.

Corriendo como quien va a recibir
herencia van llenos de impaciencia,
haciendo planes mentales que parecen
como abejas en los panales.

Llegan a la tienda y de tanto que ven
no saben que pedir…
Se les antojan la Canillitas de Leche,
los Colochos, las cajitas de Mazapán,
¡Ah! Las cocadas, los Higos en miel.

Piden de todo y el tendero les dice:
primero ensénenme el pisto,
porque si antes los vi hoy no
los he visto…

Empiezan a sacarse los tesoros que
llevan en las bolsas…
Un anillo con un compartimiento secreto,
una carterita de fósforos donde escribieron
un decreto, cuatro cincos, un trompo,
el recordé de una revista, el pañuelo lleno
de mocos y al finalmente los billetes
todos arrugados.

¡Puchica Mucha! Exclama el tendero,
Eso no les alcanza para todo lo que pidieron;
¡Ala gran! ¡Qué mala onda! Replican los
patojos que como gorgojos en el frijol
se rascan la cabeza.

Y no, nos fía Don Rocael, uno pregunta,
su respuesta es: ¡Nel pastel! Buenos
amigos he hecho fiando como que
si uno les hubiera vendido contrabando.

Al verlos cabizbajos se apiada Don Rocael
y les dice denme el dinero que tiene
y saquen la basura mientras yo les lleno
unas bolsitas con estas ricuras…

Cumplen con el pacto toman sus bolsitas
y se van rumbo a la ruinas a esconderse,
para luego comerse el botín que han ganado.

Se atragantan con los dulces y los disfrutan
como quien nunca los ha probado
y es que cada bocado es una delicia,
que acaricia al paladar y te trasporta
a otro mundo.

Un mundo donde los sabores y colores
son una tentación que alborota al corazón,
donde el mas recatado se vuelve un goloso
que siempre quiere más de las delicias
de esta tierra donde está la huella de Dios.

Oxwell L’bu 

Imagen: Internet

***Caldito de Res***


***Caldito de Res***

De vez en vez que bien
cae un caldito de res,
con esa sazón que cautica
al corazón en cada cucharada.

Desde la cocina el aroma
extiende la cordial invitación,
que se propaga como comezón
en todo el cuerpo…

Calientitas las tortilla, aguacate,
con sal y con limón…
Que provoca que se aceleré
a mil el corazón.

La familia lo celebra,
los patojos esperan en la meza,
a que les salga de sorpresa,
un buen trozo de carne.

Luego de dar la bendición,
todos se apresuran pero
alguien llama a la puerta.
 
Es la tía y toda su prole,
que dice que le sobro guacamole
y al ver el caldo se hace un
espacio en la meza…

Yo le ofrezco una cerveza…
pero ella dice con delicadeza,
prefiero probar el caldito,
que ya se me ha abierto el apetito.

¡Ni modo! Hay que echarle mas
agua a lo hoya y ponerla a calentar,
solo pienso que a buena hora
la tía se vino a arrimar,
pero que mas da en nuestra
mesa siempre hay mas felicidad
al dar y compartir los frutos de
nuestra bella Guatemala.

Oxwell L’bu

***Atol de Elote***


***Atol de Elote***

Hecho con todo el amor
y dedicación de la abuela,
que hizo de esta receta
toda una escuela…

De la sabia del fruto de los
hombres de maíz,
es la bebida de los dioses
y el champan en las fiestas
patronales.

Donde se acompaña con ricos
tamales, tostadas o chuchitos,
que hasta los chirisitos
reclaman.

Y si se acompaña con rellenitos
es un manjar al que difícilmente
se puede uno negar.

Hecho con elotes cortados justo
en su punto que luego se desgrana,
Para molerlos en una piedra,
cual si fuera el altar de los sacrificios.

No es por casualidad que ha traspasado
nuestras fronteras para convertirse
en una bebida que llama la atención,
por su sabor y color que hablan
de su origen noble en la tierra del
Quetzal.

.Oxwell L’bu