sábado, 19 de junio de 2021

***Un hombre como él***

*** Un hombre como él***
(Miguel Alfredo Álvarez Arévalo)
Su nombre habla de su trayectoria,
el nos trae más que historia
a la memoria, pues este hombre
evoca, ese orgullo que nos provoca,
cuando conocemos a profundidad,
nuestra propia historia.

El, nos ha llevado a reconocer,
los cimientos que tiene nuestras
tradiciones, que son más que costumbres 
sin sentido, pues están en cada latido
de nuestro corazón.

Don Miguel, el de la devoción a la Inmaculada,
esa flor consagrada de la creación;
don Miguel el que es más que un cronista
o una biblioteca ambulante, pues el es
un estandarte, que pone en lo alto,
todo aquello que es tan nuestro.

Porque hombres como él,
hacen falta en nuestro país,
para que construyan el cimiento
y comprendamos de nuestro nacimiento,
en esta tierra, es una bendición.
Oxwell L’bu copyrights 2021
#Historia


 

martes, 15 de junio de 2021

*** Embelesó quetzalteco***

*** Embelesó quetzalteco***
Escucho la marimba, sus teclas 
morenas vibrar y recitar,
el poema hecho canción,
el que puso a vibrar su corazón.

Y como una niña, asomó la mitad
de su rostro, por la ventana,
para que nadie la notara,
para que nadie supiera,
que sus suspiros eran de amor.

Entonces el cielo se vistió de celaje,
para igualar el paraje,
de la mujer morena que
bajo la luna salió a bailar,
llevaba.

Danzaba, como que flotaba
o más bien como una niña,
que se sube las faldas a la rodilla,
para cruzar en el rio hacia la otra orilla.

Pero el río, era el mismo cielo,
que empapado en sus propias
lágrimas, suspiraba versos
de amor.

La morena danzaba,
la danza de la luna, que como 
espuma, se emocionaba
y en su curiosidad delataba 
su presencia.

La quetzalteca bailaba
y bailaba, como un sonámbulo,
que baila cuando esta dormida,
pero sueña con los ojos abiertos.

Entonces las montañas,
quisieron cantar y provocaron 
ecos, que multiplicaban 
las notas como espejos.

La luna, pudo ver los encantos,
de la mujer, de la niña mujer quetzalteca
y sintió celos, celos de su huipil,
tejido con suspiros de abril,
celos de su peraje que es como un celaje.

Celos de su piel bronceada,
en plena madrugada,
celos de esa forma de moverse
al compás de las notas de marimba.
Oxwell L’bu copyrights 2021
Foto: @imaginacomed a travez de paisajes de Guatemala
#Quetzaltenango


 

domingo, 13 de junio de 2021

El ritual de las 13 monedas


 “El ritual de las monedas”

En aquel barrio pintoresco, de la zona 6 de la capirucha, empezando el mes de junio, se veía a las señoritas y jovencitos, en la salida de la iglesia pidiendo monedas...


No era que a las chicas ya las hubiera dejado el tren o que a los muchachos no les cayera nada, pero como en todo se busca lo mejor.  Y San Antonio por tradición, se las pinta solo, para esos menesteres.


Así que había que juntar las trece monedas, una por día y rezarle fervientemente, para que el santo diera esa ayudadita, porque el cielo siempre se confabula para que surja el amor, en donde menos se espera.


Y así, al llegar el día del santo casantero, cuya eficacia era superior a la de cupido y al parecer sin hacerle competencia a San Valentín, si no más bien dándole una ayudadita, esa agua bendita, hacía milagros.


Las melosas se depositaban en el atrio de la iglesia, donde estaba el altar en honor a San Antonio y además se compraba una bolsita con palitos de el santo, para que la pareja (cuando está llegará) lo compartiera y así alimentará, ese amor eterno, que casi siempre los conducía al materno.

Oxwell L’bu copyrights 2021

#SanAntonio

***Los encantos de mi tierra***

***Los encantos de mi tierra***
Si la viera con mis ojos,
no se si vería lo mismo que yo;
porque yo la veo con cariño,
con nostalgia, con amor.

Pero estoy seguro, que aunque
no la vea de la misma manera 
que yo, no podrá negar su belleza,
porque esa, es evidente.

Porque es una tierra encantadora,
que no envejece, ni palidece
en el invierno, porque allí,
siempre soplan vientos de primavera.

La sierra de los Cuchumatames,
en Huehuetenango, es evidencia
de ello,  pues hasta el mismo cielo,
aterriza un poquito, para besarla.

Creando un paisaje majestuoso,
que a uno lo pone a pensar,
que quisiera quedarse en aquel lugar,
eternamente.
Oxwell L’bu copyrights 2021
Foto: Waldo López, a travez de Paisajes De Guatemala Steven
#Huehuetenango


 

“El barrio San Antonio”


 “En un barrio llamado San Antonio”

En un barrio pintoresco, donde todos los días se celebraba la vida, donde la faena no era una condena, sino una bendición para continuar...Allí donde la fista patronal duraba un mes y de vez en vez de podían comer esos panacios en miniatura, bendecidos por San Antonio,el santo predilecto de las doncellas, cuando buscaban novio.


En ese barrio llamado San Antonio de la zona 6 capitalina, empieza como agua cristalina, la historia del susodicho. En un apartamento sencillo del cual mis padres hicieron un hogar; mi madre con sus detalles y calor, mientras mi padre iniciaba un negocio con más ganas e ilusiones que recursos. Y sin embargo quería lo mejor para sus tres mosqueteros, con sus propias manos les construía aquellos primeros juguetes, que se convirtieron en recuerdos memorables.


En aquel barrio del cual a veces tengo memorias nebulosas y otras veces recuerdos tan vividos como una película que va rodando por mi mente. Ah recuerdo a ese niña canchita y bonita, pero tan caprichosa que todo para ella lo quería; recuerdo al niño gordito que quería siempre subirse al camioncito pero no cabía y esa carreta, la preferida de mi hermano mayor, donde llevaba un pequeño radio donde se escuchaba la música de aquellos años, La plaga, Tu cabeza en mi hombro, entre otras. 


Aunque fue corto el tiempo que viví allí, siguen siendo largos los recuerdos, que de forma recurrente llegan a mi mente. No he vuelto a caminar por allí y quizás mucho ha cambiado, pero se que me bastará con cerrar los ojos para volverme  a encontrarme con mis recuerdos.

Oxwell L’bu copyrights 2019

#BarrioSanAntinio