Xela la tierra de la abuela,
la ciudad bajo
las diez colinas;
Quetzaltenango ciudad
bajo la muralla del quetzal.
Quetzal que vuela libremente,
sobre tus volcanes y ceros
y se posa sobre el obelisco
de la Victoria, en el cerro del Baúl.
Oh Xela sin ti,
el pedacito de cielo,
que por ti, yo conocí,
bella ciudad del altiplano,
donde caminamos
tomados de la mano,
temblando.
No solo por el frío,
sino por esa sublime emoción,
que se siente en el corazón,
cuando en el camino,
nos acompaña el amor.
Quien pudiera regresar contigo
al parque central, sentarse,
así sin prisas y contemplar,
en tus pupilas, como se
va durmiendo el sol
y aparece la luna de Xelaju.
Ahora Xela sin ti, es caminar inútilmente
esperando de repente,
encontrarte en un café
del pasaje Enríquez;
o que el vino que excita
la memoria te de vida
y te sienta junto a mi.
Si estuvieras escondida
en el kiosco, yo daría vueltas
infinitas para poderte encontrar
o si de repente anduvieras por el
Templo de Minerva,
yo te iría a tú encuentro.
Pero no estás allí,
allí solo deambula tu recuerdo
y la suprema alegría,
que sentí, el día en que
te conocí.
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#Xela
