Antigua Guatemala es fuente de inspiración, es de esos lugares que enamora, es de esos rinconcitos donde uno quisiera vivir y escribir su propia historia.
¡Ah! Si se pudiera con una fotografía, un verso o una descripcion darle expresión a lo que experimenta el corazón, seria fácil comprender el porque de Antigua muchos no se consiguen desprender.
Antigua la ciudad de piedra, custodiada por volcanes y repleta de pinceladas divinas expuestas en sus horizontes, porque en Antigua cada amanecer, cada atardecer tiene un color diferente.
Me siento un bohemio cuando camino por sus calles, se me espanta el sueño y quisiera cantar boleros, escribir canciones, dejar libres mis versos para que ellos expresarán mis sentimientos.
Antigua enamora y se anhela recorrer sus calles del brazo de una dama, que en sus ojos refleje la luna y su mirada tenga el brillo de las estrellas. Una dama que con sus besos embriague el alma y con sus abrazos abrigue todas esas iluciones sin estrenar.
Por todo eso y mas, nadie se ha de extrañar, el que muchos al llegar, no quieren irse de este lugar; pues es una ciudad mística y encantadora donde en plena aurora las bugambilias se cuelgan de los balcones como doncellas exhibiendo sus primaveras.
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