“En el último rincón”
Ojalá ese amor que pregonamos a la patria que nos vio nacer, nos hiciera florecer, como nación, como hijos de esta tierra...
Ojalá en verdad nadie se quedará atrás, ni nadie tuviera que mendigar un pan, en este suelo que es generoso y da sustento hasta para compartir. Ojalá esos actos exteriores, con los que honramos nuestra bandera, se tradujera en un amor, a su gente.
Si, que ondee nuestra bandera, sobre una patria digna, digna de ser el hogar de los hombres de maíz; digna de ser ese eterna primavera que se pinta con los colores de un huipil en el mes de abril.
Ojalá desfilaran manos generosas, que no arrebatan sino comparten; que esa antorcha que pasa de mano en mano y muchos llevan con orgullo, fuera la antorcha del conocimiento y la educación.
Porque no es justo, la tierra clama y reclama, que en una tierra tan bendecida, sean pocos los que la sustentan y administran como si fuera una finca de su propiedad, cuando en verdad, es de todos.
Que ondee mi bandera, hasta el último rincón, que se nos hinche el corazón, que tengamos entendimiento y razón, para comprender, que solo alguien fuera de su juicio arruina su propio hogar.
Que la pobreza y la miseria deje de reinar, que los antagonismos de nuestra historia nos dejen de dividir, porque hay una nueva generación que espera.
Oxwell L’bu copyrights 2020
Foto: Guatemala es impresionante
#Guatemala
