**Las tiendas de mi barrio***
Esas tiendas de mi barrio,
donde se iba a comprar,
lo que se iba a necesitar,
para el consumo diario,
parecían no tener horario.
Pues estaban abiertas,
desde antes de amanecer
y no cerraban hasta
bien entrado el anochecer;
exhibían chucherias en frascos
gigantes de vidrio, en sus estantes
había de todo lo imaginable
y el tendero era siempre muy amable.
Fiado o de contado
se compraba el pan sagrado,
la libra de azúcar, la Incaparina
o la bolsita de café;
el tendero fiaba de buena fe,
aunque a veces perdía la cuenta
y la ganancia no sabia a
donde se fue.
Las mamas siempre escogían,
el peor momento para mandar
al patojo al mandado,
justo cuando su programa
favorito había empezado;
pero a regañadientes
salian disparados...
Con la promesa de poder
comprar alguna chuchería,
o la amenaza de que
si no iba, no comía.
Como olvidar las tiendas
pintorescas de mi barrio,
donde igual uno se podía
encontrar, con la doña
que no paraba de hablar...
con el amigo para ir a vacilar,
o con la doncella de quién
te ibas a enamorar.
Oxwell L’bu Copyright © 2017
Esas tiendas de mi barrio,
donde se iba a comprar,
lo que se iba a necesitar,
para el consumo diario,
parecían no tener horario.
Pues estaban abiertas,
desde antes de amanecer
y no cerraban hasta
bien entrado el anochecer;
exhibían chucherias en frascos
gigantes de vidrio, en sus estantes
había de todo lo imaginable
y el tendero era siempre muy amable.
Fiado o de contado
se compraba el pan sagrado,
la libra de azúcar, la Incaparina
o la bolsita de café;
el tendero fiaba de buena fe,
aunque a veces perdía la cuenta
y la ganancia no sabia a
donde se fue.
Las mamas siempre escogían,
el peor momento para mandar
al patojo al mandado,
justo cuando su programa
favorito había empezado;
pero a regañadientes
salian disparados...
Con la promesa de poder
comprar alguna chuchería,
o la amenaza de que
si no iba, no comía.
Como olvidar las tiendas
pintorescas de mi barrio,
donde igual uno se podía
encontrar, con la doña
que no paraba de hablar...
con el amigo para ir a vacilar,
o con la doncella de quién
te ibas a enamorar.
Oxwell L’bu Copyright © 2017
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