“Un dulce Rosario”
Así es El Rosario, cuando se reza con devoción, deja ese sabor dulce, en el corazón...
Cuando era un chiquillo, con alegría esperaba, las fiestas de agosto, para ir a la feria y comprar chucherias y compartir las elegirías de los niños que estaban allí; era ir al resbaladero gigante y dejar que la gravedad nos hiciera sentir esa emoción; era ver el mapa gigante en relieve, montarse en el trenecito, degustar algún antojito, pero antes que nada, ir a visitar a la Virgen de la Asunción, en la iglesia del mismo nombre, en el barrio de Jocotenango en ciudad de Guatemala. Era entrar con devoción y respeto y elevar junto a una vela que se consumía, una oración y contemplar la belleza de una imagen, que evoca a la Madre de nuestro Señor.
Al salir del templo, mi padre nos solía comprar, un rosario hecho de tuzas, que son las hojas secas que recubren el maíz, pintadas con colores que evocan a un guipil con colores de abril, estos contenían por dentro dulces tradicionales o terroncitos de azúcar y nos lo colocaban al cuello y se nos decía, que antes de comer cada dulce había que rezar un Ave María.
Cuando iba pasando la imagen de la Virgen en procesión, los niños solían alzar sus rosarios de dulces y gritar a todo pulmón Ave María de la Asunción.
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#VirgendelaAsunción
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