“Una champurrada en la mañana”
Definitivamente, no hay como
una chapurrada en la mañana,
acompañaba de un buen café,
negro, con leche o como
agua de calcetín como le gusta
a don Fermin.
Una champurrada así, tostadora
y untarle mantequilla o queso crema,
ver su redondez e imaginarte
lo que no es...
Sentir su textura e imaginar su belleza
y morderla con ganas, más con delicadeza.
No hay como un café mañanero
y con champurrada yo lo quiero;
porque son de esos placeres de la vida,
que no cuestan mucho, pero te dejan
una sonrisa como sol de medio día.
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