“Evocando al Santo hermano Pedro”
Evocar al Santo hermano Pedro, es evocar la misericordia y cuidado del Padre...El hermano con un corazón dispuesto y siempre presto a socorrer, al más necesitado, al que todos han olvidado.
Desde que tengo memoria, el hermano Pedro se inscribió en mi historia, a travez de las historias que mi abuelita, nos contaba y la devoción que nos compartía.
Ir a la Antigua Guatemala, aparte de un paseo por un pasado que parecía suspendido en el tiempo, era ir a visitar, el templo donde yacía, el hermano Pedro. Ella hablaba de él, como de alguien, a quién ella conocía. Nos contaba cómo el hermano Pedro de San José de Betancourt, se paseaba por las calles de la Antigua, sonando su campana y proclamando a los cuatro vientos: “Acordaos hermanos, que un alma tenemos y si la perdemos, no la recuperamos.” Así como de los múltiples milagros, que Dios hacía, a través de él.
Fue ella, quién nos contó de cómo, el hermano Padró inició las posadas en Antigua y de allí a todo el continente, así como aquel primer Nacimiento o Pesebre evocando al hermano de Asís quien fue, quien inició esta costumbre en Asís.(Hechos históricamente comprobables)
Son innumerables, las historias que me contó, cada vez que íbamos de paseo a la Antigua, que bien se podría escribir un libro, sobre tales hechos.
Ya en mi juventud, cuando iba a la Antigua, un lugar que siempre solía visitar, era la iglesia de San Francisco el Grande y allí evocaba todas esas historias que mi abuelita, siento yo niño,ella me contaba. Creo que la grandeza, del legado del Santo hermano Pedro, está en la sencillez y sublime que fue su vida.
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