***Y nos dieron las 4, las 5 en la Antigua***
Era una bella noche bohemia en Antigua,
salio una guitarra para acompañar nuestras voces
desafinadas cantando boleros y musitando,
¡Te quieros!
Nos sorprendió la tarde escuchando
a los cuenteros esas mágicas historias,
del repertorio de sus memorias,
cuando vinos despertar a la luna
y bostezar al sol.
Y en un dos por tres nos cayó
la noche y sin ningún reproche,
pedimos otra botella de vino añejo
y el libido como conejo observó
al reloj caminar como cangrejo.
En eso escuchamos al cadejo,
caminar por las calles de piedra;
entre candilejas el amor
se empezó a acurrucar
y una dama empezó a soñar.
Entre fantasmas, leyendas
y ensueños nos abrimos paso,
en aquellas calles con nombre,
donde no sólo camina el cortejo
y el romance, sino también,
alguno que otro demonio,
comiéndose un nance.
Aquella noche hubo lluvia de abril,
luna de otoño, la dama se quitó el moño
y vi caer su hermosa melena
y junto a ella su blusa y su falda
dejando al descubierto toda esa belleza.
Nos amamos, como se ama en Antigua,
con temperamento, pasión y sentimiento,
con el corazón rebosando de contento..
Nos dieron las 4, las 5 la verdad es
que perdimos noción del tiempo.
Pues en Antigua el tiempo se detuvo,
y de vez en vez el reloj avanza
como cangrejo...
Allí nadie vive con prisas,
vive para vivir redundando,
en vivir la existencia.
Oxwell L’bu Copyright © 2017
Foto: Luis Toribio
Era una bella noche bohemia en Antigua,
salio una guitarra para acompañar nuestras voces
desafinadas cantando boleros y musitando,
¡Te quieros!
Nos sorprendió la tarde escuchando
a los cuenteros esas mágicas historias,
del repertorio de sus memorias,
cuando vinos despertar a la luna
y bostezar al sol.
Y en un dos por tres nos cayó
la noche y sin ningún reproche,
pedimos otra botella de vino añejo
y el libido como conejo observó
al reloj caminar como cangrejo.
En eso escuchamos al cadejo,
caminar por las calles de piedra;
entre candilejas el amor
se empezó a acurrucar
y una dama empezó a soñar.
Entre fantasmas, leyendas
y ensueños nos abrimos paso,
en aquellas calles con nombre,
donde no sólo camina el cortejo
y el romance, sino también,
alguno que otro demonio,
comiéndose un nance.
Aquella noche hubo lluvia de abril,
luna de otoño, la dama se quitó el moño
y vi caer su hermosa melena
y junto a ella su blusa y su falda
dejando al descubierto toda esa belleza.
Nos amamos, como se ama en Antigua,
con temperamento, pasión y sentimiento,
con el corazón rebosando de contento..
Nos dieron las 4, las 5 la verdad es
que perdimos noción del tiempo.
Pues en Antigua el tiempo se detuvo,
y de vez en vez el reloj avanza
como cangrejo...
Allí nadie vive con prisas,
vive para vivir redundando,
en vivir la existencia.
Oxwell L’bu Copyright © 2017
Foto: Luis Toribio
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